El adobe: Humildad y Nobleza en la Edificación
El adobe es un material usado en la construcción a lo largo y ancho de todo el planeta, desde las construcciones de los indios Hopi en el suroeste de lo que ahora son los EEUU, en Mesa Verde o el valle de Sedona al este de la actual Turquía en la cultura Ur. Pasa por ser un material de construcción común en las culturas precolombinas o hasta en nuestro propio país donde todavía es frecuente ver construcciones de adobe en pequeños pueblos en prácticamente todo el territorio. ¿Porqué ésto es así? quizá la respuesta más evidente sería su disponibilidad ya que el adobe es un bloque hecho de una masa de barro (arcilla y arena) mezclada con paja u otras fibras, moldeada en forma de ladrillo y secada al sol, y es sabido que casi todas las culturas cuando pasaron de ser recolectoras a sedentarias se asentaron en un principio en áreas cercanas a los ríos donde la fibra vegetal y el barro son muy frecuentes.
El modo de hacer los ladrillos de adobe va desde hacerlos a mano, a utilizar cajas o moldes de madera individuales o multicelda. Una vez moldeados el molde se extrae y se vuelve a repetir la operación. Es un hecho sabido que la construcción con adobe desde el barro al ladrillo ya secado al sol es un proceso rápido y que no requiere una mano de obra especializada. En las casas de adobe la estructura habitualmente es de viguería de madera, aunque la nobleza del material permite utilizar otros materiales como el hierro o el acero. Una de las característica que han hecho tradicionalmente populares las edificaciones con adobe han sido su disponibilidad inmediata en el lugar de la construcción, una inercia térmica idónea que amortigua los cambios de temperatura más eficazmente que otros materiales más modernos, un aislamiento acústico que atenúa las vibraciones sonoras por la propia naturaleza “elástica del material y debido fundamentalmente a su microestructura, capacidad de transpiración que evita la condensación, una de las mejores resistencias a la combustión (recordemos que incluso el cemento y el hormigón pierden sus propiedades mecánicas después de un incendio importante), y presentando ventajas evidentes frente a la madera al ser prácticamente inatacable por los insectos.
Otra de sus ventajas fundamentales es su sencilla modularidad puesto que tirar un muro o ampliar una vivienda, implementando conducciones, redes y comunicaciones (en la actualidad) es especialmente simple con la ventaja de apenas dejar escombros por su particular naturaleza ecológica.
Una de sus aplicaciones actuales más importantes es su utilización como material antisísmico en zonas proclives a movimientos de esta naturaleza. Si además está reforzado por una geomalla resistente de acero se convierte en un material ideal para zonas de elevado riesgo sísmico, ya sean de origen volcánico o tectónico, lo cual hace que para muchas zonas de nuestro país como las Islas Canarias, todo el sudeste peninsular o el Pirineo sea un material a considerar rivalizando con materiales contemporáneos.
En las construcciones de adobe, por otra parte, resalta la estética tradicional y étnica con el valor añadido de integrarse eficazmente en el paisaje. Solo hay que fijarse en las tradicionales aldeas del Atlas marroquí o en los exclusivos pueblos tradicionales de Nuevo Méjico, como es el caso de Taos o Santa Fe, donde este tipo de viviendas logran alcanzar altas valoraciones, son ocupadas por celebrities del mundo de los negocios o el espectáculo como Steven Spielberg, y constituyen uno de los grandes potenciales turísticos de la zona.
La construcción en adobe no es algo tradicional únicamente. Los estudios de arquitectura más modernos ofrecen estas alternativas logrando obras de gran belleza como las que se logran con la técnica del superadobe o de gran valor como es el caso de la vivienda Terra Numa construida en el 2011 en Utha con valores cercanos al millón de dólares.
Podríamos acabar recalcando la integración de la casa de adobe en el entorno, su naturaleza absolutamente ecológica, la mejora de la calidad del aire en su interior, su entronque con la tradición que nos hace sentir que poseemos algo más que una casa y algo que no hemos comentado hasta ahora pero que en épocas de tribulación no es menos importante una relación calidad/precio que puede rivalizar con ventaja con cualquier otro tipo de construcción.
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