Opiniones de Clientes

Julieta Ramírez

 "... Estoy feliz de haber trabajado con Anahí, aprendí muchísimo y ahora estoy dispuesta a enseñar a muchas otras persona y a aplicar estos criterios en mis proyectos. Es una experiencia increíble la que se vive en Arquitectura Consciente.."

Antonio Galindo

".. Hace 3 años que me inscribí a uno de los cursos de Arquitectura Consciente y sin duda puedo decir que ha sido una de las mejores experiencias que he tenido, mi vida ha cambiado mucho para bien, estoy muy agradecido con esta formación.."

Bárbara Sánchez 

".. Me encanta formar parte de este proyecto que siembra consciencia en cada uno de nosotros, de verdad que recomiendo a todas las personas para que tomen los cursos porque estoy segura que les encantará. Es una experiencia inolvidable.."

Familia Perez Rivera

"Estamos encantados con nuestra vivienda. El trabajo con materiales ecológicos, la proyección sostenible del conjunto y los espacios que se generan es no sólo lo que buscamos sino que se han ampliado nuestras expectativas. Estamos encantados y disfrutando de cada rincón de la casa. El proceso del proyecto ha supuesto toda una aventura pero nos sentimos contentos de todo lo que hemos aprendido y de cómo es nuestra relación ahora con cada espacio que ocupamos de nuestra vida."

Cuando empezamos con el proyecto Anahí Asenjo nos dijo que construir tu propia casa cambia tu vida y así ha sido en todos los aspectos. Respetas más el medio ambiente cuanto más aprendes sobre este tema y además a nosotros nos ha proporcionado una forma de ganarnos la vida, ahora mismo estamos construyendo para otra pareja su casa de bioconstrucción.

La impresión que se puede sentir al entrar en la casa es que ese espacio está protegido, es un cobijo construido con materiales próximos a la naturaleza humana, maderas tratadas con barnices naturales, paquetes de paja, cal hidráulica que ha seguido el proceso cíclico hasta llegar a proporcionar una protección tipo concha que permite una térmica con un rango muy estable. La estufa balcánica ha generado en los meses de invierno un calor muy acogedor al transmitirlo por transmision y calentar por capas, evitando las corrientes de aire.

Los materiales aislantes de la cubierta, entre ellos, la teja de color claro, la lana de oveja y el corcho de alcornoque han permitido una habitabilidad muy satisfactoria, incluso en los meses de verano. La amabilidad que supone construir con paquetes de paja ha sido muy apreciada desde el mismo proceso de construcción por los operarios y el hecho de que sea un material transpirable nos ha hecho recordar el mecanismo del botijo: fresca en verano y cálida en invierno. Por otro lado el hecho de que se prescindiera de los materiales clásicos de construcción como son el hierro, el cemento y el yeso, ha hecho que la casa “vibre” con frecuencias de hasta 10000 gauss en un estudio geodésico que han realizado los nuevos propietarios. La próxima casa que construyamos sería muy similar a ésta