Feng-Shui, Origen y Actualidad
“Con el Feng Shui y sus herramientas podemos trabajar
sobre un espacio y reactualizarlo en armonía con su entorno
de forma fácil, directa y potente”
El Feng Shui busca la armonía del individuo en el entorno que le rodea. Con el
feng Shui podrás reconocer el flujo de energías que te perturban, y cuáles te
favorecen. Con el Feng Shui descubrirás la calidad energética de cuanto te rodea,
podrás reconocer los problemas existentes y descubrirás distintas formas de
resolverlos. Todo cuanto nos rodea está formado por energía en movimiento.
Incluso los objetos de materia inerte como sillas, paredes o mesas están
constituidas por energía que fluye. El Feng “viento que dispersa” y el Shui “agua
que contrae” nos hablan del constante movimiento de todo cuanto existe.
El Feng Shui es un arte que nació hace 6000 años, su origen se encuentra
en el taoísmo y su principal objetivo es distribuir de manera
armónica todo cuanto rodea al hombre. El termino Tao significa “el
principio”, “lo absoluto”, lo que da origen a todas las cosas, incluso al hombre y
la mujer. Si se siguen los principios básicos inherentes a los cinco elementos
estarán en perfecta armonía con la naturaleza, con su esencia.
Contrario a la cultura occidental, que da prioridad a la materia, la cultura
oriental se basa en la energía y la fuerza vital, el qi o chi. El objetivo del Feng
Shui es atrapar y mantener la energía qi de un lugar sin que se
estanque, que fluya en armonía constantemente. La energía qi
circula por el cuerpo de los seres humanos y de los animales a través de las
plantas y de la materia. El qi fluye desde el interior hasta el exterior
y desde el exterior hacia el interior. Cada persona, animal, planta o
edificio tienen su propio qi que se mezcla con el qi del entorno. Por lo tanto
cada uno de nosotros no está ligado solo a su entorno más próximo sino que
está ligado a el Universo.
El principio de este arte se basa en el conocimiento del Yin y el Yang, y
de los ocho trigramas desmultiplicados del I Ching. A través de este
conocimiento los chinos concebieron la rueda de las ocho direcciones a fin
de obtener un equilibrio armonioso de los elementos en diferentes sectores.
“En la actualidad podemos reconocer esta realidad abriendo
nuestro sistema interior y permitiendo que la naturaleza de un
lugar y sus habitantes se expresen armónicamente trabajando
sobre los elementos y el posicionamiento”.
Más que recetas, encontraremos claves que nos
permitan restituir el flujo continuo de un espacio y sus usuarios.
“Con el Feng Shui y sus herramientas podemos trabajar
sobre un espacio y reactualizarlo en armonía con su entorno
de forma fácil, directa y potente”.
Anahí Asenjo Romera,
arquitecta, Arquitectura Consciente
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